¿Alternancia en el poder en El Salvador?

Mucho antes de que Nayib Bukele expresara su intención de participar en las elecciones presidenciales de 2019, yo ya había decidido votar, pero por un partido pequeño. Tenía en mente al CD porque me identifico más con ellos que con el otro diz que partido de izquierda. ¿Por qué no votar por las otras opciones?


   En ese momento, yo ya estaba harta de ver tanta corrupción en todos los partidos políticos, especialmente los dos mayores, ARENA y el FMLN. Si bien es cierto yo apoyé muchas políticas sociales impulsadas por el FMLN, nunca fui militante. Mientras que de ARENA, sólo puedo decir que ha sido lo peor que le ha pasado a El Salvador. Ni en sueños yo podría entregar en bandeja de plata mi país a ARENA de nuevo. Y votar por el FMLN tiene dos puntos malos: el primero es que sería apoyar toda la corrupción y la traición que hicieron al pueblo salvadoreño; y el segundo es que votar por ellos equivale a permitir que ARENA vuelva a gobernar, porque debido a los 10 años de pésimo gobierno, ellos no tienen ninguna posibilidad de ganar la presidencia un tercer periodo.  

   Por más que aquellos que apoyan a ambos partidos quieran justificar toda la corrupción y taparla con un par de buenas obras, nunca podrán esconder todo el despilfarro y el constante desfalco al estado desde que ellos asumieron el poder, desde 1989 hasta la fecha, sin excepción. Yo, como salvadoreña, estoy cansada de tanta corrupción. Estoy consciente de que esa corrupción es la razón principal por la cual El Salvador no ha podido salir nunca del agujero de donde se encuentra, y sólo empeora. Estoy consciente de que esa corrupción es la culpable del deficiente sistema educativo y del deficiente sistema de salud que tenemos. Estoy consciente de que esa corrupción es la culpable de que nuestros jóvenes no puedan encontrar las oportunidades que necesitan para trabajar y salir adelante y ante esto tienen varias opciones. Muchos jóvenes han optado por unirse a una pandilla, porque ahí encuentran quien sabe qué, que los hace sentir mejor. Otra opción es emigrar, dejar todo y arriesgar su vida (en muchos casos) por un trabajo que le permita sacar a su familia adelante. Otra opción es quedarse, insistir, orar porque Dios le provea el alimento del día y tal vez un día pueda encontrar un trabajo donde le paguen el mínimo aunque tenga una carrera universitaria en una rama muy diferente a la que desempeñará en dicho trabajo. Estoy muy consciente de que esa corrupción es la culpable de que haya tantos asesinatos diarios, de que nuestras fuerzas policiales no tengan los recursos suficientes para poder combatir efectivamente el crimen, y de que nuestro sistema judicial sea un chiste. Y estoy muy consciente de quiénes son los responsables.

   ¿Voy a votar por Nayib porque es un mesías, porque es una blanca paloma, o porque cuando gane todo será una maravilla? No. Voy a votar por él porque es el único que ha sido capaz de enfrentarse a un sistema totalmente podrido y asqueroso. Voy a votar por él porque ha sabido resistir los millonarios ataques de la derecha, de la izquierda, de los medios de comunicación, de la ANEP, y de todo el sistema, y se ha mantenido firme. Y lo único que pidió a cambio es que no lo dejáramos solo. Soy parte del pueblo que ha visto cómo los ataques han sido sistematizados en su contra y de cómo las instituciones del estado han sido usadas para este fin, que no es más que un intento de derribar a quien amenaza los intereses políticos y económicos de las élites de izquierda y de derecha de El Salvador. Voy a votar por él porque al recorrer el territorio nacional puedo ver la esperanza en el rostro de la gente, una esperanza que se había perdido desde hace muchos años. Y hoy, finalmente, ese pueblo se ve reflejado en ese muchacho barbón que está aguantando pedradas desde todos los flancos. Se ven reflejados en él porque es así como ese pueblo ha vivido durante décadas, aguantando pedradas (corrupción) desde todos los flancos y siendo traicionado por aquellos en quienes confiaron.

   Hay una última razón por la cual voy a votar por Nayib. Desde 1962, El Salvador ha sido gobernado por partidos tales como el PCN, PDC, ARENA (partidos que hoy conforman una alianza política para buscar la presidencia) y el FMLN. Una democracia sana requiere alternancia en el poder, y los partidos contendientes ya han gobernado lo suficiente. Lo más sano, es que nazca una nueva fuerza política que tome el control del Ejecutivo. Dado que este fin fue truncado por las mismas instituciones del estado, Nayib tuvo que buscar apoyo adicional. GANA, el CD y Nuevas Ideas están juntos en este esfuerzo. El pueblo lo ha entendido, lo ha aceptado y ha decidido apoyar a Nayib, independientemente del partido donde él esté. Esto es saludable para nuestra democracia, porque el pueblo quiere y necesita una transformación profunda, y así lo ha expresado.

Ana Figueroa

 

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