El Salvador un referente regional de transformación politica?. Un breve vistazo a las campañas políticas para las presidenciales de 2019

El salvador será objeto de observación tanto a nivel nacional como internacional, con el motivo de la celebración de la octava elección presidencial desde la creación de la carta magna de 1983, en febrero de 2019. En las siguientes líneas se abordará un breve análisis comparativo desde el prisma del marketing político y la realidad político-social salvadoreña, centrándose en el impacto positivo o negativo de las campañas y de las razones subyacentes a los resultados en la opinión pública.


   El marketing político se sitúa como la disciplina interesada en el estudio de las estrategias y tácticas utilizadas por las organizaciones políticas.  La herramienta principal en las campañas políticas es el plan estratégico, que conforma un  conglomerado de estrategias y tácticas que tienen como principal cometido la persuasión, la inspiración e identificación de los ciudadanos con las propuestas promovidas por las fórmulas, y que consecuentemente genera una acción voluntaria de apoyar determinado proyecto de forma práctica en las urnas.

   Ahora bien, no se puede iniciar un análisis sobre campañas políticas, sin el uso de los datos que nos arrojan las principales herramientas, es decir las encuestas de opinión pública, capaces de medir, aunque de manera general, la percepción de la opinión ciudadana. Al citar los resultados del mes de diciembre de la casa encuestadora internacional Tresearch, los candidatos por la presidencia, en cuanto a preferencia se sitúan de la siguiente manera: Nayib Bukele (GANA-NUEVAS IDEAS) 57%, Carlos Calleja (ARENA – Alianza por la Unidad Nacional) 32.4%, Hugo Martínez (FMLN) 10.9% y Josué Alvarado (VAMOS) 1.1% respectivamente. La pregunta evidente es ¿A qué se deben los resultados?

   En primer lugar, como cualquier rama del Marketing, los canales de promoción son de suma importancia, lo cual cada candidato ha sabido explotar en menor o mayor medida. Para el caso, es evidente la presencia que los candidatos de ARENA Y FMLN, mantienen en medios tradicionales como televisión, radio, prensa y en cierta medida en medios digitales, específicamente en redes sociales. Sin embargo, es menester señalar que el vínculo de los partidos antes mencionados con el sector privado ha sido evidente durante sus administraciones anteriores, otorgándoles ventaja sobre el candidato Nayib Bukele, quien poco o nada ha podido emplear su promoción a través de estos medios, dado el abierto discurso en contra de su candidatura proveniente del sector empresarial de fuerte lobby político desde hace muchos años.

   No obstante, el giro hacia la modernidad de Nayib Bukele ha logrado aglutinar apoyos a través del entorno digital, empleando estrategias publicitarias y comentarios a través de las principales redes sociales, posicionándolo como favorito en las estadísticas. Su evidente popularidad ha sido objeto de interés de medios internacionales como CNN, Europapress y la revista Forbes; ya Barack Obama en su campaña política por la presidencia del 2008 había utilizado esta misma estrategia, elaborando un perfil moderno de político 2.0, conectado a tiempo real con el electorado y logrando la tan buscada identificación de sus propuestas con las necesidades de los ciudadanos. 

   Las campañas han sido diseñadas en base a propuestas, que en el caso de ARENA, han sido criticadas por la desconexión con el salvadoreño de clase media-baja e imposible consecución, además son en su mayoría recicladas de gobiernos anteriores, nunca implantadas y algunas son claros plagios de las propuestas de Nayib Bukele. Las propuestas del FMLN solo demuestran continuidad a las ya ejecutadas, sin novedad alguna. Paralelamente, se han generado estrategias de descalificación directa hacia el candidato más votado, con spots xenófobos, religiosos, sensacionalistas y claramente populistas, a los que se suman analistas, periodistas, dirigentes y personas asalariadas, basándose en calumnias sin ningún tipo de credibilidad ni respaldo, llegando al punto de  interponer demandas para bloquear la candidatura, a las cuales las instituciones han dado prioridad, sin ningún éxito. Es preciso agregar que la inefectividad de las propuestas de estos candidatos, se acompañan de un amplio historial de casos impunes de corrupción, fraudes, sobresueldos, clientelismo, tráfico de influencias y el empleo de medidas neoliberales por parte de ARENA, sistema de corruptelas que el partido de gobierno FMLN no desarticuló y del que se han beneficiado muchos dirigentes y funcionarios pertenecientes a su institución política, perpetuando los altos niveles de pobreza, desempleo, delincuencia y emigración..

   Sin embargo Nayib Bukele, ha generado un cúmulo de propuestas que engloba turismo, deporte, infraestructura, combate a la corrupción, educación, empleo, salud y seguridad, llegando a cautivar a la población en todo el país. De conseguir la presidencia, serviría de referente para los países de la región centroamericana, demostrando las cualidades de un líder empático apoyado sustancialmente por la soberana voluntad de un pueblo pobre que ha logrado organizarse dentro y fuera del país de forma efectiva a través de herramientas vanguardistas de comunicación con el objetivo de imponer el interés general por encima de los grupos de poder. La coordinación de grupos a través de la designación de emisarios departamentales y la inclusión de salvadoreños en el exterior, la transversalidad sin cúpulas de dirección, la implicación de profesionales en campañas de salud, los denominados “influencers” y el resumen en un popular hashtag (#DevuelvanLoRobado) del sentir de todo el pueblo del hartazgo del “status quo”, marcando tendencia durante la campaña, son algunos de los referentes de una organización popular moderna que podría influir en los centroamericanos a arrancar el yugo de gobiernos fraudulentos y autocráticos.

 

Guillermo Ramírez

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